lunes, 25 de agosto de 2008

PROBABLEMENTE...

Probablemente soy el único con las agallas suficientes para ponerse una camiseta de Madrid, con la puerta de Alcalá bien grande y la palabra MADRID en mayúsculas, y meterme con ella de noche en las fiestas del barrio más independentista, anticentralista, anarquista y radical de Barcelona. Y así lo hice.

Probablemente soy el único que ha atacado en un periódico al mayor gastrónomo y catedrático de cocina de Cataluña, Jaume Fàbrega, por difamar a España en un libro de recetas, falsear datos y reírse de nuestra gastronomía. Lo puse de inculto para arriba. A un respetable catedrático-nacionalista. Y me la han publicado.

También soy el único, al menos de mi entorno, que no se casa con ningún partido ni color político, por cuanto significa de ponerte la venda en los ojos ante los errores que cometan. La gente intenta encuadrarme en uno u otro color, pero da palos de ciego jactándose de saberlo.

Probablemente soy el único habitante de Cataluña capaz de criticar a los catalanes fiera y abiertamente sin ningún reparo. Y de sacarles los colores cuando me atacan por criticarles algo. Les arrojo sus miserias, odios, avaricias, carencia de neuronas y de sentimientos. Y así lo tenga que hacer con todos y cada uno. Disfruto tirándoles por tierra sus manidos argumentos diferenciales y haciéndoles ver que son más catetos y provincianos que el peor de los leperos. Y que de sus planteamientos a los de Hitler o Karadzic hay una distancia demasiado corta.

Y quizá, también, soy el único al que, cuando alguien le maltrata, contraataca desnudandole su pobreza humana con una gélida sinceridad que los deja desarmados.

Si...¿sabeís que os digo? en cierta manera...me encanta ser único.