viernes, 31 de octubre de 2008
ASCENSORES RADIACTIVOS REPARTIDOS POR ESPAÑA
Hay cosas que de verdad cuesta creer que puedan haber ocurrido.
La empresa de ascensores Zardoya OTIS está en el punto de mira por una grave metedura de pata ocurrida semanas atrás.
Una partida de botones para ascensores fabricados en Francia y ensamblados en las fábricas de Madrid y Vizcaya, están contaminados con cobalto, material radiactivo perjudicial para la salud. La empresa no puede calcular cuántos ascensores han sido montados con estos botones ni cuantos de sus trabajadores pueden haberse visto afectados por la radiación.
El suceso va mas allá, porque los ascensores han sido montados ya en edificios y muchas personas (cientos, miles) han pasado sus dedos por ellos, o han apoyado la espalda junto a los botones.
Tan grave es este hecho, que hasta el Consejo de Seguridad Nuclear ha decidido intervenir y está intentando localizar desesperadamente los ascensores.
Fue la Agencia de Seguridad Nuclear de Francia la que avisó a su homóloga española de que los botones fabricados por la empresa Mafelec y enviados a Zardoya OTIS habían dado positivo en controles del isótopo radiactivo Cobalto-60.
Si no nos llegan a avisar desde Francia...¿que?.
viernes, 24 de octubre de 2008
EL REGALO DE SELMA LAGERLÖF
Hoy quiero escribir sobre una gran escritora, Selma Lagerlöf, porque de su puño salió el libro, y de él la serie de animación que me marcó en mi infancia-adolescencia. Me estoy refiriendo a Nils, aquel niño convertido en duende que se recorría Suecia con un grupo de aves.
Selma Ottilia Lovisa Lagerlöf es la sueca más famosa de todos los tiempos, y la primera mujer en obtener el Premio Nobel de Literatura (1909).
Nació (1858) y murió (1940) en la misma ciudad, Marbacka, viviendo sus 82 largos años en diferentes ciudades del país. Su familia pasó muchas vicisitudes, pero uno de sus hermanos se aseguró desde Estados Unidos de que nunca le faltase educación, ya que la niña había demostrado un notable apego por la lectura (antes de los 12 años se había leido ya la biblia y todas las obras principales de los grandes autores de la época, desde Dumas a Andersen, Grimm o Shakespeare).
Ella le estuvo agradecida siempre, porque pudo hacer carrera de docente, y como pago le ayudó económicamente hasta que él falleció en 1912, hecho que inspiró el primer libro de Selma, 'El desagravio'.
Selma sería famosa entre sus compañeras universitarias por sus sonetos y poemas, que llegaron a manos de la aristocracia propiciando que fuera mas y mas conocida. Ganó algunos certámenes importantes, pero sus primeras obras fueron recibidas con tibieza por reflejar historias estrictamente locales.
Curiosamente, su fama creció en el país vecino, Dinamarca, donde fueron traducidas sus novelas y recibiría el impulso necesario para hacerse valer.
Fue desde 'La saga de Gösta Berling' (con un protagonista masculino que gustaba a todos) cuando comenzaron sus éxitos y por fin fue reconocida en su país, Suecia. Tal fue la popularidad que el rey Oscar de Noruega y Suecia, y la Academia Sueca decidieron unirse para financiar los problemas económicos de Selma y que así pudiera dedicarse de lleno a escribir.
Tras viajar por Italia y Egipto, sus libros adquirieron toques exóticos que llamaron la atención del público, convirtiendose en la autora más leida, vendida y respetada no sólo de Suecia, sino de toda Escandinavia.
Gracias a esto, consiguió recuperar la finca familiar, subastada por la penuria económica de los suyos.
En 1909 la Academia Sueca reconoció por fin su frescura, imaginación y espiritualidad con el Premio Nobel de Literatura, y un discurso de reconocimiento público de su especial habilidad para retratar la vida campestre con un toque de corazón.
Aunque este galardón la puso en boca de todo el planeta al ser la primera mujer en conseguirlo, no sería su punto álgido de fama.
Tras leerse muchos relatos de animales de Rudyard Kipling, Selma recibió el gran encargo de su vida, al que debe la fama mundial que todavía la rodea.
El Consejo de Educación sueco (Ministerio de Educación de entonces) estaba harto de ver que los niños del país no mostraban ningún interés en su geografía e historia, y que sacaban pésimas notas en ambas asignaturas. Dada la fama de Lagerlöf retratando escenas paisajistas del país, decidieron encargarle una historia que consiguiera atrapar el interés de los niños al tiempo que les hiciera conocer las particularidades de su nación.
Así nació "El maravilloso viaje de Nils Holgersson" (Nils Holgerssons underbara resa genom Sverige), el que se convertiría en uno de los libros infantiles más populares y vendidos de toda la historia en el continente europeo.
Selma ideó la historia de un niño de difícil comportamiento (para que los escolares se sintieran identificados), que maltrataba a los animales de la granja y colmaba la paciencia de sus padres. De repente un día era hechizado por un duende, que lo convertía en un 'pulgarcito'.
Nils se ve obligado a acercarse a los animales a los que antes hostigaba, hasta el punto de darse cuenta de sus errores y curarse de su intolerancia y egocentrismo. Comparte con ellos un viaje por todo el país, en el que acaba aprendiendo los valores morales que antes negaba, al tiempo que va descubriendo montañas, valles, provincias y ríos.
El resultado fue un auténtico delirio nacional hacia este libro, con los niños leyéndolo dentro y fuera del colegio, y ediciones en docenas de idiomas. El amor por la naturaleza y las costumbres del país se reflejan de forma tan hermosa que ha sido objeto de versiones cinematográficas y series de televisión, dentro y fuera de Suecia.
Precisamente Nils Holgersson llegó hasta los últimos rincones del mundo gracias a que la cadena de televisión japonesa NHK realizó una magnífica serie de dibujos animados sobre este libro.
Estrenada en Japón en 1980, cuenta la historia a través de 52 capítulos, y cautivó a los niños de todo el planeta, especialmente a aquellos que nunca habían conocido el libro ni su existencia, entre los que me cuento.
El tono moralizante y ecológico está tan bien reflejado en la serie, y es tan universal e inocente, que incluso fue emitida en el mundo árabe y China.
La serie fue un éxito clamoroso en todos los países donde se emitía, y su sintonía sigue asociada a toda una generación, que se enternece al reconocerla.
A mi me marcó, y quizá fue la que sentó mi amor por los animales y la naturaleza.
¡Y cómo lloré el día en que Nils recuperó su tamaño normal y ya no entendía a sus amigos los animales!...Dios qué llanto.
Esta serie es uno de mis mejores recuerdos de infancia. En los últimos años he tenido al libro en mi mente, quería comprarlo, alguna edición ilustrada o especial.
Y mira por donde...en el aeropuerto de Sevilla, cuando me volvía el pasado lunes a Barcelona, encuentro en la librería Relay un libro grande con la ilustración de Nils en portada y el nombre de Selma Lagerlöf.
Se me arrinconaron dos lagrimillas en las esquinas de los ojos, y se me erizó la piel.
No me lo podía creer.
Lo cogí...(¡oh cuanto pesaba!)...y lo abrí.
Era una edición de Anaya con láminas (aquí está: http://www.casadellibro.com/libro-el-maravilloso-viaje-de-nils-holgersson/2900001279967 )
21 euros costaba.
Pero ya estaba donde debía estar...en mis brazos.
A falta de un novio que tuviera el detalle de regalármelo (se lo habría pagado con una noche de sexo feroz), me lo compré yo.
Y fui feliz.
Mi sonrisa brillaba por el aeropuerto.
Y ahora, cada noche, me leo unas páginas, entregado en cuerpo y alma a ese Nils que refleja el espíritu inquieto y aventurero de Manué, y que aprende de sus errores, como yo.
Y estoy seguro de que no será lo último que leeré de Selma Lagerlöf.
lunes, 20 de octubre de 2008
Y EJ QUE...SOY MU 'SENTÍO' PA CIERTAS COSAS...
Tenemos una expresión en el rico vocabulario andaluz que la usamos poco pero duele mucho.
Ser 'mu sentío' para algo.
Una posible traducción sería 'sensible', pero 'sentío' es mucho más prufundo. Es una mezcla de sensibilidad y dolor.
Pues bien...yo desde niño he tenido una sensibilidad especial para muchísimas cosas, y he sido bastante o poco sensible para otras.
Para cuando alguien trata de torearte o tratarte mal, soy especialmente duro, y para cuando me decepcionan profundamente, soy especialmente frío.
Si me quieren hacer daño intencionadamente, demuestro una fortaleza digna de muralla china.
Pero hay una cosa para la que soy muy sentío, por insignificante que parezca: para cuando alguien que aprecio malinterpreta mis palabras o confunde el sentido en el que las digo. Porque las personas a las que aprecio me conocen bien, y precisamente si me conocen bien no tienen que andar pensando que he dicho algo con segundas intenciones o con el ánimo de molestar.
Las personas que quiero son especiales para mi, y si se dejan llevar por absurdas interpretaciones de algo que he dicho, y mucho más, se pillan rebotes por eso, me quedo absolutamente decepcionado y dolido.
Es como si de nada hubieran servido los años que llevamos conociéndonos.
¿Que les lleva a pensar en un determinado momento semejantes barbaridades de mi?
¿acaso no demuestro a mis amigos que los quiero y respeto como a verdaderos hermanos?
En fin...
...soy mu sentío para cuando alguien querido se equivoca conmigo.
Este fin de semana ocurrió algo así. Aparentemente algo insignificante, pero me quedé tan perplejo de que una persona que quiero pudiera haber pensado algo así de mi, de alguien que nunca va con malas intenciones.
Y esa cosa tan simple me dolió. Porque me duele mas la desconfianza en si que lo que realmente pasó.
Y es que...para algunas cosas soy duro, para otras tierno, para otras terriblemente frío, y para otras...mu sentío.
Y en el fondo...un niño inofensivo que no sabe ser malo salvo cuando le hacen daño aposta.
Será por tener el corazón tan abierto por lo que lo llevo amoratado de palos que le dan.
Pues si, soy mu sentío para ciertas cosas. No lo puedo evitar.
Ser 'mu sentío' para algo.
Una posible traducción sería 'sensible', pero 'sentío' es mucho más prufundo. Es una mezcla de sensibilidad y dolor.
Pues bien...yo desde niño he tenido una sensibilidad especial para muchísimas cosas, y he sido bastante o poco sensible para otras.
Para cuando alguien trata de torearte o tratarte mal, soy especialmente duro, y para cuando me decepcionan profundamente, soy especialmente frío.
Si me quieren hacer daño intencionadamente, demuestro una fortaleza digna de muralla china.
Pero hay una cosa para la que soy muy sentío, por insignificante que parezca: para cuando alguien que aprecio malinterpreta mis palabras o confunde el sentido en el que las digo. Porque las personas a las que aprecio me conocen bien, y precisamente si me conocen bien no tienen que andar pensando que he dicho algo con segundas intenciones o con el ánimo de molestar.
Las personas que quiero son especiales para mi, y si se dejan llevar por absurdas interpretaciones de algo que he dicho, y mucho más, se pillan rebotes por eso, me quedo absolutamente decepcionado y dolido.
Es como si de nada hubieran servido los años que llevamos conociéndonos.
¿Que les lleva a pensar en un determinado momento semejantes barbaridades de mi?
¿acaso no demuestro a mis amigos que los quiero y respeto como a verdaderos hermanos?
En fin...
...soy mu sentío para cuando alguien querido se equivoca conmigo.
Este fin de semana ocurrió algo así. Aparentemente algo insignificante, pero me quedé tan perplejo de que una persona que quiero pudiera haber pensado algo así de mi, de alguien que nunca va con malas intenciones.
Y esa cosa tan simple me dolió. Porque me duele mas la desconfianza en si que lo que realmente pasó.
Y es que...para algunas cosas soy duro, para otras tierno, para otras terriblemente frío, y para otras...mu sentío.
Y en el fondo...un niño inofensivo que no sabe ser malo salvo cuando le hacen daño aposta.
Será por tener el corazón tan abierto por lo que lo llevo amoratado de palos que le dan.
Pues si, soy mu sentío para ciertas cosas. No lo puedo evitar.
viernes, 17 de octubre de 2008
LO QUE SE AÑORA
(Escribo esto a las 23'45 del jueves)
Esta tarde, entre prisas y carreras porque me faltaba el tiempo para hacer todo, estuve en una carísima tienda de té, en el popular y 'chic' barrio de Gracia (ellos prefieren seguir considerándose un pueblo).
Mientras la dependienta pesaba el té que me gustaba para mis amigas y lo guardaba en las latitas que yo seleccioné, todo a precio de oro (cuando es para alguien que quiero, todo me parece poco), me preguntó (por mi acento) si yo estaba pasando unos días en Barcelona.
- '¿unos días?' -(dije yo)- llevo aquí dos años...
la mujer se sorprendió y enseguida me dijo algo en catalán (esto es un test que te hacen cuando dices q llevas mucho tiempo aqui pero no les hablas en catalán...enseguida te sueltan una frase para ver si la entiendes y contestas).
Le contesté en castellano, y ya volvió a hablarme en mi idioma.
Hubo un momento, cuando le dije que era de Huelva, en que me preguntó si no echo de menos aquello, o qué cosas echo en falta.
Es curioso...hacía tiempo que no pensaba en eso.
Echo de menos las playas de verdad...con arena dorada, brisa atlántica, el océano fiero y gélido, y el sol besándolo cada atardecer. Y echo de menos aquel aroma de cuando caminas por las dunas o los parajes naturales costeros, y el romero, el tomillo, los pinos y los matorrales desprenden su fragancia para que se mezcle con el aire de levante y las microscópicas gotas de mar.
Echo de menos los temporales, cuando en pleno invierno te acercabas a la playa y veías las olas inmensas amenazando con comerse tu ciudad, rugiendo como leones, bajo un cielo gris plomizo y llevándose toneladas de arena de tu playa.
Echo de menos cuando me iba con mi coche a senderos de madera que atraviesan parajes naturales, y los recorría a pié hinchando los pulmones de ese aire puro tan especial que sólo se respira en sitios como la Laguna del Portil, el Arboreto del Villar o la Costa de Doñana.
Echo de menos los senderos de la sierra, serpenteando entre colinas y arroyos, entre castaños y encinas, entre alcornoques y helechos, de un verde fulgurante.
Es la naturaleza salvaje lo que más echo de menos.
Pero también echo en falta...
el calor de la gente
la facilidad para sonreir y pasarlo bien sin nada (que aquí no las tienen)
las salidas con mis amigas por los pueblos o caminos
comer o cenar con Jesús en un restaurante entre risas, disparates y tonterías...ooooh...cómo echo de menos esas cenas íntimas, también ver a su abuelita (que para mi es como si fuera mía)...
echo de menos cruzar los puentes de Huelva y ver inmensas láminas de agua a cada lado...islas, marismas...
echo en falta las carnes ibéricas...¡¡¡señor...eso es sabor!! la carne en Barcelona sabe a hormonas refritas con antibióticos...
echo en falta ¡¡TAPEAR!!! lo de aquí de Barcelona no es tapear, es un timo y todo es recalentado, o descongelado, o porquería..
y echo en falta, por supuesto, las comidas de mi madre...que hace años que no pruebo y es la mejor cocinera del mundo...a ver qué lista supera sus arroces, sus carnes en salsa, sus albóndigas con tomate, sus potajes y pucheros...¡vamos hombre!.
Pues si...echo de menos muchas cosas de Huelva.
La dependienta me dijo..''¡¿y que haces aquí entonces?!'
y yo le dije ''ganarme la vida...algo que allí no puedo hacer''.
Ella me dijo que si pudiera se largaba de Barcelona.
Le contesté que yo ni me lo he planteado nunca. No sé si en otro sitio estaría mejor o peor, sólo se que en Barcelona VIVO, y mi vida en Huelva había dejado de ser vida hacía muchísimos años.
Así que de momento...a aprovechar esta vida..y mañana quien sabe lo que Manué hará.
De momento...mañana a Huelva SDQ, y a disfrutar de lo que tanto echo de menos.
Se acabaron las añoranzas.
Esta tarde, entre prisas y carreras porque me faltaba el tiempo para hacer todo, estuve en una carísima tienda de té, en el popular y 'chic' barrio de Gracia (ellos prefieren seguir considerándose un pueblo).
Mientras la dependienta pesaba el té que me gustaba para mis amigas y lo guardaba en las latitas que yo seleccioné, todo a precio de oro (cuando es para alguien que quiero, todo me parece poco), me preguntó (por mi acento) si yo estaba pasando unos días en Barcelona.
- '¿unos días?' -(dije yo)- llevo aquí dos años...
la mujer se sorprendió y enseguida me dijo algo en catalán (esto es un test que te hacen cuando dices q llevas mucho tiempo aqui pero no les hablas en catalán...enseguida te sueltan una frase para ver si la entiendes y contestas).
Le contesté en castellano, y ya volvió a hablarme en mi idioma.
Hubo un momento, cuando le dije que era de Huelva, en que me preguntó si no echo de menos aquello, o qué cosas echo en falta.
Es curioso...hacía tiempo que no pensaba en eso.
Echo de menos las playas de verdad...con arena dorada, brisa atlántica, el océano fiero y gélido, y el sol besándolo cada atardecer. Y echo de menos aquel aroma de cuando caminas por las dunas o los parajes naturales costeros, y el romero, el tomillo, los pinos y los matorrales desprenden su fragancia para que se mezcle con el aire de levante y las microscópicas gotas de mar.
Echo de menos los temporales, cuando en pleno invierno te acercabas a la playa y veías las olas inmensas amenazando con comerse tu ciudad, rugiendo como leones, bajo un cielo gris plomizo y llevándose toneladas de arena de tu playa.
Echo de menos cuando me iba con mi coche a senderos de madera que atraviesan parajes naturales, y los recorría a pié hinchando los pulmones de ese aire puro tan especial que sólo se respira en sitios como la Laguna del Portil, el Arboreto del Villar o la Costa de Doñana.
Echo de menos los senderos de la sierra, serpenteando entre colinas y arroyos, entre castaños y encinas, entre alcornoques y helechos, de un verde fulgurante.
Es la naturaleza salvaje lo que más echo de menos.
Pero también echo en falta...
el calor de la gente
la facilidad para sonreir y pasarlo bien sin nada (que aquí no las tienen)
las salidas con mis amigas por los pueblos o caminos
comer o cenar con Jesús en un restaurante entre risas, disparates y tonterías...ooooh...cómo echo de menos esas cenas íntimas, también ver a su abuelita (que para mi es como si fuera mía)...
echo de menos cruzar los puentes de Huelva y ver inmensas láminas de agua a cada lado...islas, marismas...
echo en falta las carnes ibéricas...¡¡¡señor...eso es sabor!! la carne en Barcelona sabe a hormonas refritas con antibióticos...
echo en falta ¡¡TAPEAR!!! lo de aquí de Barcelona no es tapear, es un timo y todo es recalentado, o descongelado, o porquería..
y echo en falta, por supuesto, las comidas de mi madre...que hace años que no pruebo y es la mejor cocinera del mundo...a ver qué lista supera sus arroces, sus carnes en salsa, sus albóndigas con tomate, sus potajes y pucheros...¡vamos hombre!.
Pues si...echo de menos muchas cosas de Huelva.
La dependienta me dijo..''¡¿y que haces aquí entonces?!'
y yo le dije ''ganarme la vida...algo que allí no puedo hacer''.
Ella me dijo que si pudiera se largaba de Barcelona.
Le contesté que yo ni me lo he planteado nunca. No sé si en otro sitio estaría mejor o peor, sólo se que en Barcelona VIVO, y mi vida en Huelva había dejado de ser vida hacía muchísimos años.
Así que de momento...a aprovechar esta vida..y mañana quien sabe lo que Manué hará.
De momento...mañana a Huelva SDQ, y a disfrutar de lo que tanto echo de menos.
Se acabaron las añoranzas.
martes, 14 de octubre de 2008
LA LECCIÓN APRENDIDA
Decía José Martí, político y escritor cubano del XIX, que 'la gratitud, como ciertas flores, no se da en la altura, y mejor reverdece en la tierra buena de los humildes'.
Y es cierto.
Todos hemos podido comprobar cómo la hospitalidad o la gratitud son dones que brillan por su ausencia entre quienes más tienen, y abundan sin reparo entre los que menos atesoran.
Un simple concurso de televisión, en el que la gente más pobre de Rusia abre las puertas de su hogar a unos desconocidos (y maleducados) españoles, mientras que las que tienen mejores chalets se niegan a cal y canto, sirve para demostrarlo.
Pero no sólo eso...en una asociación de inmigrantes, la más influyente de Barcelona, los mandamases y los que llevan mas tiempo ni siquiera te saludan, mucho menos te dan muestra de gratitud por tu voluntariado. Los alumnos, los más humildes que podáis imaginar, se deshacen cada tarde en elogios, agradecimientos, miradas de satisfacción e invitaciones honestas.
Ellos salen cada tarde con una nueva lección aprendida, pero al mismo tiempo enseñan a quienes no quieren verlo una lección todavía mucho más hermosa e importante: la de la bondad.
La humildad y la honestidad son dones que valoro desde pequeño en los demás, y pieza básica entre los detalles que incitan a Manué a considerar a un amigo como tal, o a una persona como portadora de calidad humana.
Hoy, están en vías de extinción. Pero pequeños gestos como éstos te hacen recordar quiénes merecen la pena en la gran maraña de devastación que ha creado el ser humano sobre la tierra.
Mientras a la gran mayoría se les ha evaporado el alma, otros, afortunadamente, te lo sirven en bandeja.
Y es cierto.
Todos hemos podido comprobar cómo la hospitalidad o la gratitud son dones que brillan por su ausencia entre quienes más tienen, y abundan sin reparo entre los que menos atesoran.
Un simple concurso de televisión, en el que la gente más pobre de Rusia abre las puertas de su hogar a unos desconocidos (y maleducados) españoles, mientras que las que tienen mejores chalets se niegan a cal y canto, sirve para demostrarlo.
Pero no sólo eso...en una asociación de inmigrantes, la más influyente de Barcelona, los mandamases y los que llevan mas tiempo ni siquiera te saludan, mucho menos te dan muestra de gratitud por tu voluntariado. Los alumnos, los más humildes que podáis imaginar, se deshacen cada tarde en elogios, agradecimientos, miradas de satisfacción e invitaciones honestas.
Ellos salen cada tarde con una nueva lección aprendida, pero al mismo tiempo enseñan a quienes no quieren verlo una lección todavía mucho más hermosa e importante: la de la bondad.
La humildad y la honestidad son dones que valoro desde pequeño en los demás, y pieza básica entre los detalles que incitan a Manué a considerar a un amigo como tal, o a una persona como portadora de calidad humana.
Hoy, están en vías de extinción. Pero pequeños gestos como éstos te hacen recordar quiénes merecen la pena en la gran maraña de devastación que ha creado el ser humano sobre la tierra.
Mientras a la gran mayoría se les ha evaporado el alma, otros, afortunadamente, te lo sirven en bandeja.
sábado, 11 de octubre de 2008
LA FUERZA DEL CARIÑO
Conocerme bien lleva su tiempo, mucho pero que mucho tiempo.
Cuando no se me conoce bien, se puede caer en el error de juzgarme de una u otra forma sin pensar en si estamos en lo cierto.
Cuando no me conocen bien o simplemente no congeniamos, pueden tacharme de distante, frío y hasta 'cortante' (palabra favorita de mi amiga Rosa para definirme en situaciones adversas).
Sin embargo, si se sabe llegar hasta mi corazón, se obtiene un cariño inmenso, dulce y totalmente desinteresado.
Es lo que me ocurre con las escasas personas a las que puedo considerar amig@s.
Si pienso en ell@s lo hago siempre con cariño y respeto, y si tengo que decirles algo que no les va a gustar, lo hago madurando y modulando mucho la forma para adaptarla a su mentalidad y no causarles ningún daño.
Por sinceridad, por valentía o por autenticidad, me he ganado el cariño de mis amigos, y por sencillez, raciocinio y saber disfrutar de la vida sin ahogarse en los problemas, ellos se han ganado el mío.
Cuando Manué se encuentra con alguien a quien aprecia de verdad, no puede evitar sonreir de oreja a oreja, dar un abrazo efusivo, unos besos (normalmente en el cuello si es hombre y en la cara si es mujer...me salen así), y abrir su corazón de par en par.
Mi alegría es franca, sincera, noble, porque jamás he sido hipócrita ni podría manifestar alegría o simpatía por alguien por quien no la siento.
Para mi la amistad es lo más importante en la vida junto con la salud. Y no es que mis aventuras en la amistad hayan sido un camino de rosas, sino mas bien de soledades y espinas, de palos y decepciones, pero son las caras grises de la vida las que fuerzan el aprendizaje y ayudan a encontrar el verdadero arcoiris.
Cerrar la puerta por un pasado de malas experiencias no es sino demostrar que no se ha aprendido nada en la vida.
Manué sabe diferenciar muy bien entre amigos y conocidos...y no duda en situar en uno u otro grupo a las personas por su calidad humana. Y no le preguntes nunca en cual te encuentras en su corazón, porque no te lo dirá. Tan diplomático es, que si fuera necesario te enredaría con explicaciones vanas con tal de no darte la respuesta esperada.
Pero si te considera digno de su cariño, lo recibirás de forma sincera sin esperar nada a cambio.
Es la fuerza del cariño, la de su cariño...quizá el mismo que durante la infancia y la adolescencia le fue negado.
Quizá ofrece los abrazos y los besos que durante años nunca recibió.
Quizá una muestra más de que hasta de las peores experiencias ha sabido elegir la vía de la lección aprendida, y no la de repetir el patrón.
En fin...hoy me apetecía hablar del cariño...
porque he abrazado y besado con dulzura a un compañero de trabajo que me parece noble y especial, y que siente mi afecto...
porque soy el único en mi trabajo del que todos se despiden con ternura y con besos...
y porque al mismo tiempo, quizá, sigo necesitando tanto el cariño como cuando vivía en un hogar gris y carente de afecto, yermo.
Y hoy como ayer...cuanto más lo necesito, más me desprendo yo del mío sin pensar en recibir.
Cuando no se me conoce bien, se puede caer en el error de juzgarme de una u otra forma sin pensar en si estamos en lo cierto.
Cuando no me conocen bien o simplemente no congeniamos, pueden tacharme de distante, frío y hasta 'cortante' (palabra favorita de mi amiga Rosa para definirme en situaciones adversas).
Sin embargo, si se sabe llegar hasta mi corazón, se obtiene un cariño inmenso, dulce y totalmente desinteresado.
Es lo que me ocurre con las escasas personas a las que puedo considerar amig@s.
Si pienso en ell@s lo hago siempre con cariño y respeto, y si tengo que decirles algo que no les va a gustar, lo hago madurando y modulando mucho la forma para adaptarla a su mentalidad y no causarles ningún daño.
Por sinceridad, por valentía o por autenticidad, me he ganado el cariño de mis amigos, y por sencillez, raciocinio y saber disfrutar de la vida sin ahogarse en los problemas, ellos se han ganado el mío.
Cuando Manué se encuentra con alguien a quien aprecia de verdad, no puede evitar sonreir de oreja a oreja, dar un abrazo efusivo, unos besos (normalmente en el cuello si es hombre y en la cara si es mujer...me salen así), y abrir su corazón de par en par.
Mi alegría es franca, sincera, noble, porque jamás he sido hipócrita ni podría manifestar alegría o simpatía por alguien por quien no la siento.
Para mi la amistad es lo más importante en la vida junto con la salud. Y no es que mis aventuras en la amistad hayan sido un camino de rosas, sino mas bien de soledades y espinas, de palos y decepciones, pero son las caras grises de la vida las que fuerzan el aprendizaje y ayudan a encontrar el verdadero arcoiris.
Cerrar la puerta por un pasado de malas experiencias no es sino demostrar que no se ha aprendido nada en la vida.
Manué sabe diferenciar muy bien entre amigos y conocidos...y no duda en situar en uno u otro grupo a las personas por su calidad humana. Y no le preguntes nunca en cual te encuentras en su corazón, porque no te lo dirá. Tan diplomático es, que si fuera necesario te enredaría con explicaciones vanas con tal de no darte la respuesta esperada.
Pero si te considera digno de su cariño, lo recibirás de forma sincera sin esperar nada a cambio.
Es la fuerza del cariño, la de su cariño...quizá el mismo que durante la infancia y la adolescencia le fue negado.
Quizá ofrece los abrazos y los besos que durante años nunca recibió.
Quizá una muestra más de que hasta de las peores experiencias ha sabido elegir la vía de la lección aprendida, y no la de repetir el patrón.
En fin...hoy me apetecía hablar del cariño...
porque he abrazado y besado con dulzura a un compañero de trabajo que me parece noble y especial, y que siente mi afecto...
porque soy el único en mi trabajo del que todos se despiden con ternura y con besos...
y porque al mismo tiempo, quizá, sigo necesitando tanto el cariño como cuando vivía en un hogar gris y carente de afecto, yermo.
Y hoy como ayer...cuanto más lo necesito, más me desprendo yo del mío sin pensar en recibir.
martes, 7 de octubre de 2008
EL REGRESO DEL PROFE
Hoy ha sido mi primer día de clase en la que es mi segunda temporada en Ibn Batuta.
Para ser fiel a la costumbre, no me preparé nada.
No estuve tan nervioso como en aquella primera clase de la primavera pasada, con aquellas 80 pupilas de diferentes países clavadas en mi, pero aun así se me ha hecho eterna y me quedé sin tema de conversación a los 40 minutos.
Hacía un calor de morirse, y tuve que improvisar otros 30 minutos mas.
De entre los veintipico de alumnos (unos 27 he calculado después), sólo dos que habían estado en el curso anterior...mis niños nigerianos, Dennis y Precious, el revoltoso y el inteligente.
El resto, gente con una media de edad mucho mas joven que la anterior temporada. Por supuesto algunos dignos de calendario, pero son mis alumnos.
Hoy pensé que si alguna vez me hubiera planteado qué hago yo en Barcelona, por qué sigo aquí, una razón convincente habría sido esta experiencia.
Cuando hoy más de la mitad de la clase se vino a estrecharme la mano nada más acabar, y algunos incluso se la llevaban al pecho (si, mi mano, en señal de gratitud de corazón), me emocioné. Sigo sin creerme cómo un trabajo tan mal preparado (el de la primera clase) puede ser reconocido de esa forma.
Afortunadamente nunca me he preguntado qué hago yo en Barcelona, porque sé que cuando me hago esa pregunta existencial sobre el sitio en el que estoy viviendo o el trabajo que estoy desempeñando o la relación afectiva que tenga, significa que es momento de abandonar el barco.
Si me hago esa pregunta, es señal de que sobro de alguna forma y he de levantar el vuelo hacia otra ciudad o trabajo o relación afectiva.
Afortunadamente, aunque los catalanes me han dado razones para ello, nunca he tenido que preguntarme qué hago aquí.
Al contrario, cuanto más enemigos de la libertad me echo a la cara, más hundo mis raices aquí...más necesario me siento, para darles a todos la mayor de las bofetadas: ser una voz discordante y un revientargumentos.
Gracias a cosas como las clases con 'mis niños', sus miradas, sus gestos de aprobación, y gracias a otras pequeñas y aisladas cosas que aprendo a disfrutar aquí, puedo tirar p'alante sin necesidad de plantearme ni reflexionar nada.
Ahora ando metido en la búsqueda de nuevo hogar...una habitación en un piso compartido, o uno de 2 dormitorios donde yo pueda decidir quién entra. Lo que he visto me ha parecido vergonzosamente caro, y con uno de ellos creo que intentaban estafarme, pero soy demasiado espabilao como para que consigan engañarme.
Los pobres resultados me desmoralizan, y dejar este piso maravilloso aún más...porque sé que nada me va a gustar comparado con lo que ya tengo.
Pero bueno...es una etapa mas...y será mi cuarto cambio de domicilio en Barcelona...de la semana que pasé con David en la calle Picalquers pasé a 3 meses con la madre de Álex en Les Corts (calle Ecuador, primer cambio), luego me fuí 5 meses con la megamórbida y el prostituto a Sagrada Familia (calle Provenza, segundo cambio) y de allí a donde estoy ahora, calle Reina Amalia (tercer cambio), con Roger, el profe de yoga cuarentón que representa en todos los sentidos el hombre perfecto para Manué.
La verdad es que cuando me cambie lo voy a echar mucho de menos...ahora mismo me ha llamado a la cocina para que pruebe su 'leche dorada' ('¡Manueel..¿quieres probar la leche dorada?!') y yo entre carcajadas he ido a la cocina a probar el experimento, que no es mas que una receta milenaria hindú.
Roger es como un hermano que nunca tuve...el hermano bueno (que además está bueno), del que te encanta escuchar su risa, sus explicaciones, disfrutar su mirada de niño dulce..y que tiene una personalidad diferente...que lo mismo se cuelga bocabajo de una viga con un cinturón, que oye susurrante música celestial, cocina comitrajos vegetarianos de aspecto terrible o se pone un gorro de lana con 24 grados porque ha cogido resfriado.
En fin...comienza otra etapa más en Barcelona, nuevas clases, nueva búsqueda de casa y quien sabe qué aventuras urbanas.
Para ser fiel a la costumbre, no me preparé nada.
No estuve tan nervioso como en aquella primera clase de la primavera pasada, con aquellas 80 pupilas de diferentes países clavadas en mi, pero aun así se me ha hecho eterna y me quedé sin tema de conversación a los 40 minutos.
Hacía un calor de morirse, y tuve que improvisar otros 30 minutos mas.
De entre los veintipico de alumnos (unos 27 he calculado después), sólo dos que habían estado en el curso anterior...mis niños nigerianos, Dennis y Precious, el revoltoso y el inteligente.
El resto, gente con una media de edad mucho mas joven que la anterior temporada. Por supuesto algunos dignos de calendario, pero son mis alumnos.
Hoy pensé que si alguna vez me hubiera planteado qué hago yo en Barcelona, por qué sigo aquí, una razón convincente habría sido esta experiencia.
Cuando hoy más de la mitad de la clase se vino a estrecharme la mano nada más acabar, y algunos incluso se la llevaban al pecho (si, mi mano, en señal de gratitud de corazón), me emocioné. Sigo sin creerme cómo un trabajo tan mal preparado (el de la primera clase) puede ser reconocido de esa forma.
Afortunadamente nunca me he preguntado qué hago yo en Barcelona, porque sé que cuando me hago esa pregunta existencial sobre el sitio en el que estoy viviendo o el trabajo que estoy desempeñando o la relación afectiva que tenga, significa que es momento de abandonar el barco.
Si me hago esa pregunta, es señal de que sobro de alguna forma y he de levantar el vuelo hacia otra ciudad o trabajo o relación afectiva.
Afortunadamente, aunque los catalanes me han dado razones para ello, nunca he tenido que preguntarme qué hago aquí.
Al contrario, cuanto más enemigos de la libertad me echo a la cara, más hundo mis raices aquí...más necesario me siento, para darles a todos la mayor de las bofetadas: ser una voz discordante y un revientargumentos.
Gracias a cosas como las clases con 'mis niños', sus miradas, sus gestos de aprobación, y gracias a otras pequeñas y aisladas cosas que aprendo a disfrutar aquí, puedo tirar p'alante sin necesidad de plantearme ni reflexionar nada.
Ahora ando metido en la búsqueda de nuevo hogar...una habitación en un piso compartido, o uno de 2 dormitorios donde yo pueda decidir quién entra. Lo que he visto me ha parecido vergonzosamente caro, y con uno de ellos creo que intentaban estafarme, pero soy demasiado espabilao como para que consigan engañarme.
Los pobres resultados me desmoralizan, y dejar este piso maravilloso aún más...porque sé que nada me va a gustar comparado con lo que ya tengo.
Pero bueno...es una etapa mas...y será mi cuarto cambio de domicilio en Barcelona...de la semana que pasé con David en la calle Picalquers pasé a 3 meses con la madre de Álex en Les Corts (calle Ecuador, primer cambio), luego me fuí 5 meses con la megamórbida y el prostituto a Sagrada Familia (calle Provenza, segundo cambio) y de allí a donde estoy ahora, calle Reina Amalia (tercer cambio), con Roger, el profe de yoga cuarentón que representa en todos los sentidos el hombre perfecto para Manué.
La verdad es que cuando me cambie lo voy a echar mucho de menos...ahora mismo me ha llamado a la cocina para que pruebe su 'leche dorada' ('¡Manueel..¿quieres probar la leche dorada?!') y yo entre carcajadas he ido a la cocina a probar el experimento, que no es mas que una receta milenaria hindú.
Roger es como un hermano que nunca tuve...el hermano bueno (que además está bueno), del que te encanta escuchar su risa, sus explicaciones, disfrutar su mirada de niño dulce..y que tiene una personalidad diferente...que lo mismo se cuelga bocabajo de una viga con un cinturón, que oye susurrante música celestial, cocina comitrajos vegetarianos de aspecto terrible o se pone un gorro de lana con 24 grados porque ha cogido resfriado.
En fin...comienza otra etapa más en Barcelona, nuevas clases, nueva búsqueda de casa y quien sabe qué aventuras urbanas.
sábado, 4 de octubre de 2008
¿EN QUE CONSISTE LA FELICIDAD?
¿Que es para ti la felicidad? ¿la buscas o esperas pasivamente a que llegue?
Para cada uno de nosotros la felicidad es tan diferente como nuestra forma de ser. Mientras que unos la encuentran al tener una pareja, otros la sienten viajando, abrazando a sus seres queridos, comprando su primer hogar o sentado en una orilla mirando cómo el sol besa el horizonte marino.
La felicidad tiene tantas caras como la raza humana.
Abrir los ojos una mañana y ver al hombre de tu vida durmiendo en tu almohada...
Encontrarte una cesta-regalo y descubrir que dentro hay ese perrito que tanto soñaste tener...
Pisar y besar el suelo de la ciudad que tanto querías conocer...
O incluso encontrarte con ti mismo haciendo un camino de soledad enmedio de la naturaleza..
(un día hablaré aquí sobre qué es para mi la felicidad)
La felicidad no es inalcanzable, y no viene a por nosotros...hay que facilitarle el camino cambiando nuestro propio destino.
Hoy...fui la mar de feliz durante un rato, perdido por un mercado medieval, hallando cosas que me ilusionaban, comprando caprichos gastronómicos...fuí feliz de la forma más sencilla que se pueda imaginar. Otras personas, prefieren quedarse en casa a ver la vida pasar.
Anoche...una persona me declaró su amor...y yo no lo veo más que como un conocido al que tengo cierto cariño.
Anoche su felicidad se truncó...y hoy la mía brotó.
¿Hasta que punto es injusto haberme sentido hoy feliz si anoche le rompí el corazón a alguien?
Para cada uno de nosotros la felicidad es tan diferente como nuestra forma de ser. Mientras que unos la encuentran al tener una pareja, otros la sienten viajando, abrazando a sus seres queridos, comprando su primer hogar o sentado en una orilla mirando cómo el sol besa el horizonte marino.
La felicidad tiene tantas caras como la raza humana.
Abrir los ojos una mañana y ver al hombre de tu vida durmiendo en tu almohada...
Encontrarte una cesta-regalo y descubrir que dentro hay ese perrito que tanto soñaste tener...
Pisar y besar el suelo de la ciudad que tanto querías conocer...
O incluso encontrarte con ti mismo haciendo un camino de soledad enmedio de la naturaleza..
(un día hablaré aquí sobre qué es para mi la felicidad)
La felicidad no es inalcanzable, y no viene a por nosotros...hay que facilitarle el camino cambiando nuestro propio destino.
Hoy...fui la mar de feliz durante un rato, perdido por un mercado medieval, hallando cosas que me ilusionaban, comprando caprichos gastronómicos...fuí feliz de la forma más sencilla que se pueda imaginar. Otras personas, prefieren quedarse en casa a ver la vida pasar.
Anoche...una persona me declaró su amor...y yo no lo veo más que como un conocido al que tengo cierto cariño.
Anoche su felicidad se truncó...y hoy la mía brotó.
¿Hasta que punto es injusto haberme sentido hoy feliz si anoche le rompí el corazón a alguien?
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