jueves, 18 de septiembre de 2008

LA EXPO QUE NO VISITÉ


La Expo 2008 de Zaragoza concluyó sin que pudiera visitarla.
El determinante para no poner mis piés en ella fue la escasa relevancia del interior de los pabellones (vox pópuli), además de las largas colas y de que gran parte del recinto permanecerá igual una vez acabada la muestra. Por tanto, si lo de dentro no valía mucho, para ver lo de fuera no era necesario pagar, sino esperar unos meses para verlo grátis.

La muestra se ha cerrado con un millón de visitantes menos de los previstos. La cifra total, aunque no facilitada con exactitud, alcanza los 5,5 millones de visitas (que no de visitantes). De todas formas, para la nula repercusión que ha tenido dentro y fuera de España, la cifra es más que meritoria. El 96% de los visitantes eran nacionales, y dentro de ellos, el 80% seguro que vivía a menos de 2 horas de la ciudad.


Finalizada la muestra se ha dado a conocer la valoración del comité de expertos de la organización de exposiciones internacionales, que justo antes de que concluyan éstas, visitan los pabellones y el recinto, y valoran todos sus aspectos negativos y positivos.
Este comité esta compuesto por ex-altos cargos de anteriores 'expos'. El informe final ha coincidido en destacar el contenido de algunos pabellones pero suspender en general al resto, pidiendo incluso que para el futuro la organización eleve el nivel de calidad exigible a los pabellones. Por lo demás, han destacado también la nula repercusión internacional y, por decir algo positivo, han elogiado el mensaje y la arquitectura.

Me hubiera gustado ir, más que nada por aquello del 'yo estuve allí', aunque la verdad, y pidiendo disculpas a Enrique y al resto de zaragozanos, no creo que me perdiese mucho.
Eso si...a Zaragoza hay que volver...aunque sea por comer en el buffet de Las Palomas o visitar lo que me quedó pendiente de esta ciudad.

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