Son las 01'09 de la madrugada del sábado al domingo.
Hace 2 horas aterrizaba en Barcelona y hace una llegué a casa.
He deshecho la maleta, saludado a Roger (me ha dado la buena noticia de que la argentina ha partido hoy hacia su país para el papeleo) y me he dao una ducha.
Mañana a las 09'00 me meteré en la piscina de hidromasaje de mi gimnasio para reponerme de las caminatas flamencas, y de allí no me saca ni Dios: chorros, burbujas, río revuelto, agua calentita...me quedaré fritito.
No quería volverme a Barcelona...al esperar el tranvía 82 en Bruselas rumbo a la estación, bajo la intensa llovizna, pertrechado con maleta y paraguas, tenía la sensación de que me quedaban mas días allí, de que sólo había visto una ínfima parte de lo mucho por descubrir.
He comido como un rey, he visitado entusiasmado museos y catedrales, iglesias y canales , y nos hemos reído mucho, muchísimo...de nosotros mismos, de los belgas (guapísimos) y de los morunos belgas (que quitaban er sentío).
Un buen viaje con muy buen tiempo y muchísimas anécdotas para el recuerdo.
Ahora me espera la cama (antes revisaré mi correo) y mañana hidromasaje y visita a la feria de turismo andaluz en el puerto, que acaba mañana domingo.
Ya os contaré mas cosas.
Voy a disfrutar también de unos días de tranquilidad casera sin la vividora.
Bezitoh!
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